“Concedernos tiempo, es el acto mas noble, que podremos darnos”.

Existen días como los de hoy, donde a pesar de la disciplina mental que se logre tener, sencillamente surge una insoportable pregunta que tararea una y otra y otra vez mi cabeza y es: ¿Porque todo tiene que ser tan difícil? ¿porque sencillamente las cosas no se dan tal cual como uno las planea y ya? ¿porque si la motivación es buena, las acciones son buenas, la actitud es buena, todo tiene que tener un pero, un horrible pelo en la comida, un insoportable punto negro en la pared blanca?

Para ser franco, creo que no existe sobre la tierra, un ser más autodestructivo que yo mismo, un ser experto en el auto sabotaje como yo mismo. No se si sea tu caso que lees este escrito, que te encuentras con días donde todo nos fastidia, no encontramos sosiego en nada, nada nos satisface, días donde hasta mirarnos al espejo no produce estupor, días donde sinceramente quisiéramos cavar un hueco y meternos allí y no volver a salir nunca mas. Son un especie de días apocalípticos , donde uno empieza a cuestionarlo todo, el porqué de la vida, el para qué de la vida, el cómo de la vida, días donde no se tienen fuerzas físicas, mucho menos mentales o espirituales, quisiera uno que, tan solo fuera el fin y ya.

A lo largo de mi vida, he tenido muchos días como estos, días donde uno sencillamente siente que no va más. Es una sensación bastante extraña, puesto que, empieza la mente a querer responder cada una de estas preguntas, que aparecen tan rápidamente y de forma constante , que es literal como si la mente se REcalentara y entrará en un estado de pánico, algo así como , apagame, ya no doy mas.

En días como estos, es fácil entrar de manera casi inconsciente en el auto sabotaje del que te hablo, sientes que no sirves para nada, no haces nada bien, todo lo que emprendes fracasa, tu estado natural es perder, no vas a lograr nada en la vida en fin, miles y miles de cuestionamientos interminables.

Y me dirás: si, ya entendí. Pero ¿que se hace entonces?, pues bien, para empezar, quiero aclarar que no soy un terapeuta, ni psicólogo, ni mucho menos un gurú o algo que se le parezca. Soy un tipo normal, que con el paso de los años he aprendido en base a prueba y error técnicas que me han ayudado a salir de esos días tan malos.

Lo primero que debemos entender, frente a situaciones como las que te escribo hoy, es que aunque nos cueste creer, por causa de la auto conmiseración que nos ciega, este tipo de días horribles, lo viven todos los seres humanos, son estados totalmente normales del ser, mentiroso es aquel que diga que nunca ha tenido momento así, que nunca ha tenido un día de su vida donde no haya tan siquiera pensado la idea de no querer vivir más.

Existen personas que por supuesto a esa idea le dan tanto peso que terminan atentando contra su vida, perdiendo el foco por completo de la situación. En muchas ocasiones por causa de un sistema de creencias pasadas, tendía a ser un poco injusto con estas personas llamadas suicidas, por atentar contra su vida. Yo les llegue a llamar a estas personas cobardes, por no querer seguir viviendo y dejar todo tirado. Esta posición la sostuve por supuesto hasta que me empezó a ocurrir a mi días como hoy, de manera constante.

En momentos como esos, de insoportable sufrimiento, las personas por supuesto buscan alternativas de cómo aliviar un dolor que se lleva en el alma, algunas personas optan por medicarse, otras por otra parte a consumir algún tipo de droga alucinógena, o por supuesto alcoholizare, como fue mi caso.

En otra entrada más adelante, te contaré parte de mi historia, pero déjame adelantarte un poco de ella, para que me puedas entender. Los que me conocen saben que soy amante a los contextos, porque sencillamente creo en la ley de causa y efecto, no creo que las cosas pasen porque sí, soy de los que creo que las situaciones que vivimos hoy, tienen una causa, y esas causas son sin duda ocasionadas por decisiones y elecciones que tomamos tiempo atrás, sean buena o malas.

Aunque mi historia es un tanto extensa, para ser leída en un solo escrito, me gustaría rápidamente contarte apartes importantes de ella. En este momento tengo 37 años de vida, soy una persona promedio, nada extraordinaria, que simplemente ha logrado tener alcance en ciertas cosas. Vengo de una familia normal, nada del otro mundo.

A los 19 años tomé las decisiones más importantes de mi vida hasta ese momento, decisiones que por supuesto con el pasar de los años terminaron convirtiéndose en un dolor de cabeza. La primera de ellas fue que me case muy joven, tan solo tenía 19, y lo hice con una mujer estupenda, pero que sencillamente no era la indicada para mi, ni yo para ella, duramos 10 años de casados, tuvimos 3 hijos, logramos juntos un liderazgo prometedor en una organizaciones sin ánimo de lucro, alcanzado a liderar aproximadamente 700 jóvenes, a los cuales le dimos lo mejor de nosotros.

La segunda decisión determinante de mi vida fue elegir a lo que me dedico en la actualidad y es producir shows musicales a nivel Colombia y latinoamérica. Esta segunda, digamos que ha sido una escuela impresionante, dándome alegrías y también tristezas, como las que pase el pasado mes de abril en donde en un solo show, tuve una perdida de 250 millones de pesos colombianos.

Digamos que con el paso de los años, me he convertido en un experto en el fracasar, al principio no te imaginas lo duro que me daba el enfrentarse al despiadado sentimiento de no haber logrado lo que te propusiste, llanto, dolor, negación, en fin. Te digo que me he vuelto un experto en fracasar, por que paradójicamente cada fracaso me enseña mas que aun una victoria, he aprendido a interpretar las situaciones y seguir adelante, he aprendido a extraer lo mejor de cada tropiezo y seguir adelante, digamos que he aprendido a levantarme una y otra vez. Paradójicamente cada vez que me levantado de un fracaso financiero o emocional ,lo hago con mas elegancia de cuando tenía 20 años, siempre con la mente en alto, diciéndome a mí mismo, esto también pasará, tranquilo Jhon, aun los momentos malos también tienen que pasar por feo que parezcan.

Sin embargo en unos de esos tantos impases de la vida, caí sin darme cuenta, en las garras del alcoholismo, garras que tan solo unos meses atrás he logrado darle un tratamiento. Al día de hoy que escribo este blog, me conservo sin beber ni una sola gota de alcohol, 311 días. Yo se que para muchos quizás parezca poco, pero para mi que soy una persona que ama la sensación que produce el alcohol en el cuerpo, crema que es una eternidad.

Como te digo, más adelante me gustaría contarte mi historia, pues si estás pasando por alguna clase de adormecimiento espiritual, creo que podría servirte. Por lo pronto, en este escrito, quisiera hablarte un poco de unas sencillas prácticas que me han servido para sortear de manera ágil los días que son inevitables para todos los seres humanos, esos días que yo los llamo, dias cero.

Con el pasar de los años, he podido interpretar que, son estos días ceros, o días de bancarrota total, como los quieras llamar, son los días más importantes y determinantes de todo ser humano, puesto que son precisamente en esos días donde se marca un antes y un después en la temporada siguiente, por eso es tan importante que puedas hacer uso de las siguientes prácticas sencillas que te pondrán en una mejor posición para finalmente tu elegir el rumbo que quieres tomar.

Empezaré mencionando desde el más básico hasta el más complejo de practicar :

1- Comer bien: Jajaja, suena tonto lo se, pero dejame decirte cuan importante es comer bien en un dia como esos. Necesitas darle energía al cuerpo, el no comer, empeora la situación. Ahora me dirás: y si no tengo ganas de comer, o simplemente no quiero comer, ¿que hago? pues bien, debes obligarte hacerlo, yo se que suena extraño lo que te digo, pero es así, obligarte a comer, es un acto de amor propio, un acto de gentileza con el cuerpo que por tanto tiempo te ha acompañado.

2- No te quedes solo: si no tienes ganas de compañía, es necesario que busques algún grupo de apoyo o un amigo o amiga que simplemente te acompañe por ese día. No es necesario que le hables si no quieres, solo déjate acompañar, puesto que, al quedarnos solos, dejamos el campo libre a los pensamientos negativos para que hagan de las suyas.

3- Escribir: Es importante que aunque no tengas ganas de hacerlo, tomes un papel y lápiz, y escribas los que te salga de las entrañas. No es necesario que lo hagas con elocuencia o profesionalismo, ni mucho menos con palabras apropiadas, simplemente escribe lo que estás sintiendo en ese momento, solo déjalo en ese papel y ya, después lo lees en otro momento.

4- Encomendarse a Dios: Creo que este es el punto más difícil de todos, puesto que en ocasiones no tenemos un Dios concebido dentro del ser, pero no importa que no tengas una imagen clara De Dios, créeme, a Dios no le interesa en últimas, lo que pensemos de él, ese ser que está por encima de nosotros, está más interesado en nosotros de lo que podamos imaginar, pero eso sí, debemos darle autorización para que pueda operar y finalmente ayudarnos en esos momentos de oscuridad. Podrías si te sirve hacer la siguiente oración:

“Dios, o como te llames, no se mucho de ti, pero tu si sabes todo de mi, hoy me encomiendo a ti, para que hagas en mi tu voluntad, ya que hoy admito que solo no puedo” Amen. Si es necesario, repítelo varias veces.

5- No tomes decisiones: Créeme, el no hacer nada, también es hacer algo. todo puede esperar, cualquiera que sea la situación, puede esperar. En momentos como estos, está comprobado, que tomar decisiones es un error, porque terminamos tomando las peores casi siempre.

6- Aceptar: Por último, y creo que es el más difícil de todos, aceptar que las cosas están como están, y que por más que nos esforcemos nada va ha pasar en este momento. Parece fácil, pero entiendo que no lo es, sin embargo, el aceptar las cosas tal como son, genera una liberación de equipaje como no lo imaginas. Puede que las circunstancias no cambien exteriormente, pero de una cosa estoy seguro y es que, aunque las circunstancias no cambien, si hacemos estos sencillos ejercicios, seguramente en cualquier momento el estado nos va a pasar, y así habremos ganado tiempo, que es finalmente lo único que debemos concedernos en esos momentos, tiempo para poder salir de allí, y ya con mente más clara, retomar lo que se tenga que retomar.

Los días cero, como les llamo yo, son brutalmente despiadados, pero con el tiempo entenderemos que son muy necesarios, puesto que todos los seres humanos tenemos que ser sometidos a un proceso de la naturaleza, que está en las plantas, y es la poda. La poda es inevitable para una planta que fue creada para dar fruto. No se se si has tenido la oportunidad de ver un planta podada, pero es el estado más triste de ella, no tiene apariencia de nada, a simplemente vista se ve fea, se siente fea, en fin, sin embargo , una vez sus ramas empiezan a salir de nuevo, esta planta, genera un fruto mucho mejor de que anteriormente estaban dando.

Creo que el estado del fruto, nos llega tarde que temprano a las personas que elegimos pasar el día cero con buena voluntad, así no sea mucha. Concedamos tiempo a nosotros mismos, puesto que, es el acto mas noble que podemos hacer, después de todo.

Nos vemos pronto!!!.


JHON SILVERA

“Soy un creador de posibilidades, un instigador de alegría, un catalizador de crecimiento, un constructor de gente y un productor de pasión. Soy experto en la psicología del cambio, soy un empresario de eventos con amplia experiencia, líder innato, visionario, conferencista, un amante de la familia, un amigo, un abogado de los que no tienen hogar. Muestro una persona que establece una diferencia y una fuerza para el bien; un desafiador y un tipo divertido, animoso y humilde, Me identifico en los elementos más elevados de mí mismo y considero esas facetas mías que todavía no son perfectas como una oportunidad para el crecimiento antes que como defectos de mi carácter.»

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