Algo seguro

Somos seres en busca de seguridad, y el reloj no se detiene TIC TOC,TIC TOC.

Algo seguro tenemos todos, que nos pone en igualdad de condiciones frente a la vida, no importando las diferencias sociales, económicas o religiosas.

Todos somos iguales frente a un hecho inevitable, y es la muerte. El salmista bien lo decía: “Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría” SALMO 90:12 .

En ocasiones enfrentamos la única vida que tenemos resumida en 24 horas creyéndonos inmortales, diciendo una y otra vez, mañana lo hago, mañana hago la llamada que tengo que hacer, mañana digo te amo, mañana pido perdón, mañana inició este proyecto, mañana doy aquel abrazo , mañana , mañana… Olvidando por completo que la única vida que tenemos dura 24 Horas, y así vivimos un día a la vez y vamos juntando días, meses y años.

Un día naciste y en un solo día te vas.

Con esto, No digo que  esté mal visionar el futuro o aprender del pasado, lo que está mal es traerlos al presente a distorsionar la realidad, solo por que nos creernos inmortales. 

No tengo nada más, solo 24 horas y el reloj sigue avanzando TIC TOC, TIC TOC, El tiempo no para. Alguien dijo alguna vez, el tiempo puede ser el mejor amigo, el mejor juez, el mejor aliado, y también el peor de los verdugos.

El tiempo tiene esa capacidad de no ser gobernado por nadie terrenal.  Solo un poder superior puede gobernarlo, eso lo hace superior a todo.

Ese poder superior como lo concibas tiene muchas cualidades, pero UNA en especial, El gobierna  el tiempo, para Él, el tiempo, es solo un servidor más. 

Pienso que, aunque no podemos gobernar el tiempo ni la muerte, ni elegir el día que nos vamos de este mundo, si podemos elegir el cómo nos vamos de este mundo.

Vivimos como si nunca tuviéramos que  morir, vivimos reservando provisiones para un mañana que ni se sabe, nos reservamos sentimientos, pensamientos, dinero, ideas, un viaje, una relación, un perdón, un abrazo, un regalo en fin. Vivimos reservando y reservando, desconociendo que el día se acaba cuando vuelves a dormir.

Lo paradójico es que, no nos damos cuenta de que cada día se acaba al dormir, es como si muriéramos todos los días, y cada mañana volviéramos a nacer, y así repetimos las 24 horas.

Lo seguro es que, un día cualquiera, volveremos a dormir y ya no despertaremos más, Entonces: ¿Sirven acaso las reservas?.

Te has puesto a pensar, ¿ Y si algún día no despierto nuevamente? ¿que pasara con esas reservas? ¿Un desperdicio verdad? Pues bien, el desafío empieza cuando elegimos vaciarnos todos los días de todo, llegar a la cama sin nada, con la satisfacción de que lo entregamos todo por ese día.

Mañana milagrosamente hay nuevas fuerzas, nueva provisión, nuevas ideas, nuevos colaboradores, nuevo amor, nuevo perdón, NUEVO TODO.

Hoy de frente a una posibilidad real que es la muerte, puedo elegir como la asumo, si desde el miedo, que es finalmente el resultado de mis exigencias desbordadas , o elijo asumir y enfrentarme a la muerte con el respeto y la humildad que ella merece, aceptando y abrazando mis 24 horas. 

Ser consciente de la muerte me debe generar un impulso para hacer lo correcto, para hacer lo que tenga que hacer, así muchas de esas cosas no tengan los resultados que esperaba.

Créeme, es mejor irnos de este mundo tranquilos, con la satisfacción que entregamos todo lo que teníamos en nuestro alcance, completamente vacíos y NO con pendientes o reservar por gastar. 

No podemos elegir el día que vamos a morir, pero si podemos elegir cómo vamos a morir.

Ahora ¿que piensas hacer al respecto? ¿que falta por hacer? ¿a quien debes de llamar? ¿a quien debes de perdonar hoy? ¿a quien le debes de dar?.

Existe un poder inigualable en el momento que elegimos una vida de DAR, una vida de vaciarnos, una vida sin reservas, es aquí donde encontramos el verdadero sentido del ¿para que? estamos en esta tierra.