El 2020 se postulaba para ser un año determinante para la humanidad. A principios del año, publique un video en mí Instagram  donde expresaba el sentir que tenia por el inicio de una nueva década, no solo por ser un numero lindo el 20-20, sino, porque la suma estos dos números da un resultado fantástico. 

No soy supersticioso, ni soy amante de la numerologia, sin embargo, es bastante curioso que el numero cuarenta este presente en ciento de textos de la historia, para darte varios ejemplos: fueron cuarenta días los que el pueblo de Israel estuvo en el desierto antes de entrar a la tierra prometida, fueron cuarenta años los que Moisés tuvo que caminar en el desierto antes de ser el líder redentor de su pueblo, y por si fuera poco, fueron cuarenta días los que Jesus, camino en el desierto antes de iniciar su historia hacia el calvario. 

Vivimos un año sin precedentes, un año histórico, un año que se convirtió en un antes y un después de la sociedad moderna. 

Quizás presenciamos una guerra bioquímica, el planeta se detuvo por causa del miedo y el temor, las industrias permanecieron quietas e intactas y no por un bombazo nuclear o algo parecido, sino por un virus desconocido que llego y se quedo.     

Este enemigo redujo al ser humano a los niveles más básicos. Nunca imagine que Un bulto de aguacate tuviera más valor que un barril de petróleo, que el papel higiénico se agotara de las estanterías de los mercados, que un simple huevo fuera tan deseable por muchos debido a su escasees”. 

El mundo cambio sin darnos cuenta, las reglas del juego ya no son las mismas, de hecho estamos jugando un juego nuevo, juego donde nadie es experto, donde escasean las respuestas, y como si fuera poco, no fue mucho lo que pudimos hacer, solo esperar desde nuestras casas y adaptarnos a la nueva forma de vivir.  

Pasaron 2 años eternos para ver los niños jugando en los parques, par ver los cinemas llenos, los eventos musicales a reventar, los centros comerciales aglomerados de gente, las escuelas con niños en su rutina diaria. Pasaron 2 años para conectar nuevamente con el mundo externo.  

El mundo cambio, y ¿tu?.

Es tiempo de expandirnos a nuevos niveles de entendimiento.


JHON SILVERA

“Soy un creador de posibilidades, un instigador de alegría, un catalizador de crecimiento, un constructor de gente y un productor de pasión. Soy experto en la psicología del cambio, soy un empresario de eventos con amplia experiencia, líder innato, visionario, conferencista, un amante de la familia, un amigo, un abogado de los que no tienen hogar. Muestro una persona que establece una diferencia y una fuerza para el bien; un desafiador y un tipo divertido, animoso y humilde, Me identifico en los elementos más elevados de mí mismo y considero esas facetas mías que todavía no son perfectas como una oportunidad para el crecimiento antes que como defectos de mi carácter.»

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