“La soberbia precede al fracaso; la arrogancia anticipa la caída. Es mejor ser humilde entre los humildes que compartir despojos entre los soberbios”.
Proverbios 16:18-19
El significado de soberbia según el diccionario dice que, es un sentimiento de superioridad frente a los demás, que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos.
Hoy admito que, la persona mas soberbia sobre la tierra que conozco viva, soy yo mismo.
Por circunstancias de la vida, un Dios como lo concibo, me ha puesto a vivir una de las experiencias mas duras que he pasado hasta el momento, en otros escritos mas adelante te contare un poco de mi experiencia.
Solo puedo decirte que, en esta etapa de mi vida, he tenido casi que convivir con un grupo de personas, que nos une algo en común, personas que seguramente en otras circunstancias de mi camino, no me las hubiera cruzado.
Ninguna de estas personas, estaban en los estándares inútiles que yo había creado en mi cabeza, sin embargo, estas personas abundan en una cualidad llamada humildad.
Cuando hablamos de humildad, relacionamos inmediatamente esta palabra con pobreza financiera, pues este no es el caso de la gente de la cual te hablo, por el contrario, me he encontrado con personas las cuales son extremadamente prosperas financieramente hablando, profesionales, inteligentes, sabios, entendidos en los tiempos, dispuestos ayudar, con un don de gente extraordinario, pero lo mas importante para mi, con una fuerza descomunal y una riqueza absurda de espíritu.
Por supuesto, si fuera por mi, nunca habría encajado en ese lugar, empezando con el hecho de que ellos eligieron por si mismo, declararse pobres corporativamente. ¿Absurdo verdad? , y siendo totalmente franco con usted, si yo fuera ellos, jamas hubiera aceptado una persona como yo.
Pero no fue el caso, esta gente con un ingrediente supremo llamado humildad, me recibieron, me aceptaron, me acogieron como uno de ellos, reventaron mi entendimiento diciéndome:
“Si usted sale por esa puerta, el problema es solo suyo, pero si usted se queda con nosotros, el problema de ahora en adelante es de todos nosotros”,
Y no siendo poco con estas palabras, me dijeron:
“Si usted permanece unido a nosotros, le garantizamos que nunca mas volverás a tener el sufrimiento que te trajo hasta nosotros”.
No tengo palabras para agradecer a este sin numero de personas, que me han ayudado desde el día uno, y que me han cumplido hasta ahora lo que me prometieron. A todos ellos !GRACIAS!!! y de corazón, les PIDO PERDON, porque la soberbia que habita en mi, no me dejaba ver. No con esto digo, que lo que se inicio ya haya terminado, pues este camino se terminara hasta que el corazón deje de latir.
Al inicio de este escrito, cite un proverbio de la biblia el cual ilustra perfectamente, lo que se puede esperar de una vida basada en la soberbia, el fracaso total, espiritualmente hablando; y no siendo poco, la soberbia siempre tendrá una hermana aliada llamada arrogancia, que lo único que buscan estas dos, es la absoluta miseria del ser.
El texto me plantea un gran problema, pero a su vez, me da una salida y es la humildad.
La invitación que me hace es, no solo ha ser humilde, sino ha ser humilde entre los humildes, colocando así un estándar elevado, el cual tiene como fin una vida tranquila y extraordinaria.
Quizás, no sea tan popular el termino humildad por estos tiempos, pero lo seguro es que la única forma de llegar a vivir en completa serenidad y plenitud, es colocando como base invaluable el don de la humildad.
Todos los seres humanos, por naturaleza somos soberbios, basta con ver el comportamiento de un niño cuando no se le da lo que desea, hace la pataleta del siglo. Ahora después de viejos, preguntémonos ¿Qué pataleta estamos haciendo en este momento?, dejando en evidencia la soberbia que habita en nosotros.
Seguramente el mejor antídoto para la soberbia es la humildad, y la única forma de obtenerla es admitiendo que por si solo no podemos.
El dolor en ocasiones es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, y la base de muchos de nuestros sufrimientos es la obstinación de darle el primer lugar a un sentimiento que terminara destrúyenos, como lo es la soberbia.
Créeme, renoncer que hay soberbia en nosotros, no nos hace menos como nos lo hicieron creer, por el contrario, nos llena de una grandeza que nadie la puede arrebatar por mas que se quiera.
Saludos!
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